lunes, 16 de enero de 2017

El mundo de Fuego Eterno: primera parte.

¡Muy buenos días!

En la entrada anterior revelé en exclusiva la sinopsis y la portada completa de Fuego Eterno (si te la has perdido o quieres volver a verla, pincha aquí). Hoy quiero hablaros del escenario donde transcurre la novela, ya que, como ya anuncié, Fuego Eterno forma parte del universo de Leyendas de Erodhar.

Cuando empecé a escribir Leyendas de Erodhar 1: La Vara de Argoroth, ni se me pasó por la cabeza todo lo que crecería, no solo la historia (que acabó convirtiéndose en una saga que contaré en 5 tomos), sino también el universo en sí. Desde el momento que comencé a construir el mundo de Erodhar y me fui adentrando más y más en él, en su geografía, sus habitantes, sus religiones, sus costumbres, su pasado..., me dí cuenta que algún día me gustaría contar otras historias, de otras épocas y con otros protagonistas. Así fue como nació Fuego Eterno.

Antes de nada, para situaros un poco, os diré que la novela transcurre aproximadamente 500 años antes de La Vara de Argoroth y narra el inicio, la base, de un acontecimiento crucial en la historia de los orcos, también conocidos en el universo de Erodhar como: «descendientes de los Krash´mar». En esa época vivían divididos en diversos clanes o reinos, la mayoría enfrentados entre sí, alternando largos periodos de guerra con breves periodos de paz. Eso convertía al mundo de los orcos en uno salvaje y cruel, en constante cambio y lleno de perjuicios, siendo el más grave el racismo hacia aquellos que no se consideraban «orcos puros».

La sociedad orca estaba dividida por aquel entonces en tres grandes escalones, dentro de los cuales, a su vez, había diversos rangos o estatus, en función de las riquezas o las habilidades de cada individuo. Los llamados orcos puros, descendientes directos de los Krash´mar, gozaban de todos los privilegios de la sociedad. Por debajo de ellos estaban los orcos mestizos o impuros, fáciles de reconocer porque su piel solía ser pálida, aunque había algunas excepciones, y normalmente eran mucho más bajitos y delgados, por lo que muy pocos eran capaces de convertirse en guerreros. Sus privilegios y derechos eran limitados, por no decir escasos.

El último escalón lo ocupaban los esclavos, que no poseían privilegio alguno.

A menudo, los orcos puros más radicales ponían a los mestizos a la misma altura que los esclavos, considerándolos poco menos que desechos de la sociedad, auténticas aberraciones de la naturaleza e incluso una maldición que había caído sobre su especie. Rough, nuestro protagonista de Fuego Eterno, es un orco mestizo que tiene que soportar todo tipo de humillaciones e injusticias; sin embargo, él ha sido bendecido con los poderes de la magia elemental, un don bastante raro incluso entre los orcos puros. Gracias a ello consigue alzarse mucho más que ningún otro ser de su raza, hasta convertirse en un Chamán Supremo del Clan Filo Sangriento, su clan. Pero no tiene suficiente con eso. Él quiere más, mucho más, y no duda en arriesgarlo todo para conseguirlo... Allí es donde empieza nuestra historia, donde nace Fuego Eterno.


EL ESCENARIO

Toda la historia de Fuego Eterno transcurre en una pequeña región situada en el extremo oriental del vasto desierto de Khoradmar, denominada «Región de Artah» o «Territorios del clan Filo Sangriento». 

A continuación podéis echar un vistazo al mapa, obra de David Puertas, que aparecerá en el interior del libro:


Si os pica la curiosidad por saber exactamente dónde se encuentra esta región en el mapa del mundo de Erodhar, echad un vistazo a estas imágenes:





Esto es todo por hoy. En el próximo artículo «El mundo de Fuego Eterno: segunda parte», os contaré más detalles sobre la región de Artah, sus habitantes y los diversos escenarios en los que se desarrolla la novela.



¡Saludos!

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